¡El 8M salimos a la huelga general feminista también por la abolición de la prostitución, los vientres de alquiler y la pornografía!

El pasado 31 de enero tuvo lugar una asamblea extraordinaria de la Comisión del 8-M tras el V Encuentro estatal de Valencia. Las compañeras de Libres y Combativas propusimos al comienzo que la asamblea necesitaba conocer, discutir y posicionarse libre y democráticamente acerca de los dos puntos polémicos que estuvieron presentes en los debates del encuentro.

Por un lado, el intento de infiltración del lobby proxeneta con el objetivo de introducir la reivindicación de la legalización de la esclavitud sexual en el programa del movimiento feminista; y, por otro lado, la necesidad de presionar a los dirigentes sindicales de CCOO y UGT para convocar una gran huelga general de 24 horas el 8 de marzo una gran huelga general de 24 que lo paralice todo con el fin de golpear con la mayor fuerza posible a este sistema que nos violenta cotidianamente.

Las dos propuestas que desde Libres y Combativas estamos defendiendo, que el 8M adopte una posición abolicionista respecto a la prostitución y la trata –las dos caras de la misma moneda– y exigir a los sindicatos la convocatoria de una huelga general feminista de 24 horas, fueron silenciadas en el plenario por las organizadoras del encuentro de Valencia, en una sesión en la que no se permitió a nadie tomar la palabra para opinar, rebatir o proponer.

Lamentablemente, en la asamblea de Madrid del 31 de enero nos volvimos a encontrar esta misma posición completamente antidemocrática por parte de las moderadoras. Negaron a la asamblea y a las compañeras presentes el acceso a las diferentes posturas que se confrontaron durante el encuentro sobre estos aspectos tan importantes para nuestra lucha, impidiendo su debate.

Las compañeras de Libres y Combativas mostramos nuestro desacuerdo enérgico con esta manera de proceder. Es inaceptable que en el encuentro estatal se permitiera que una organización a sueldo del lobby proxeneta pudiera defender con todo lujo de detalle la legalización de la esclavitud sexual y que en cambio compañeras luchadoras, que organizamos huelgas y nos movilizamos, se nos niegue nuestro derecho a expresarnos libremente y a manifestarnos como abolicionistas.

El movimiento feminista no puede avalar la propaganda de las voceras a sueldo del capital del lobby proxeneta que tiene en el Estado español esclavizadas a más de 600.000 compañeras pobres e inmigrantes, ni dar carta de legitimidad a expresiones como “trabajadoras sexuales”. Una mujer prostituida, tiene 18 veces más posibilidades de ser asesinada que cualquier otra mujer. ¿Cómo es posible que dentro del movimiento feminista se blanquee la violencia extrema que supone la esclavitud sexual presentándola como un trabajo como otro cualquiera? ¿Cómo es posible que no se denuncie este ingente negocio que cuenta con la complicidad de los poderes empresariales, de la policía, la justicia y numerosos medios de comunicación, y por supuesto de la gran banca que blanquea sus beneficios? ¿Cómo es posible que esta forma de violación monetarizada de mujeres pobres no sea uno de los principales objetivos a combatir por el movimiento feminista?

No podemos consentir que nuestro movimiento, el que millones de mujeres oprimidas, trabajadoras y jóvenes hemos levantado y construido rebelándonos contra este sistema, contra nuestros opresores, para romper nuestras cadenas y cambiar nuestras condiciones de explotación, sumisión y violencia, sea ofrecido ahora como un gran altavoz a aquellos que están defendiendo los beneficios que les proporciona esta salvaje forma de esclavitud sexual.

¡Hay que extender esta iniciativa a las comisiones del 8M en todo el Estado!

Por ello las compañeras de Libres y Combativas propusimos en la asamblea que todas las que no damos por bueno que se tutelen nuestros debates, ni que nos impongan de qué podemos y de qué no podemos opinar, formáramos la Comisión Abolicionista del 8-M. Esta propuesta tuvo una tremenda acogida, y se pudo hacer realidad: una comisión de 80 mujeres, más de la mitad de la asamblea, en la que pudimos discutir libremente y tomar acuerdos para que este 8-M la huelga general feminista incorpore a sus reivindicaciones, en un lugar central, el combate contra la mercantilización de nuestros cuerpos y la defensa del abolicionismo. Tal como expresó una de las compañeras: “el feminismo de clase y anticapitalista sólo puede estar con las mujeres a las que se las esclaviza, no puede ir nunca de la mano de quien compre el discurso de los proxenetas para legalizar la prostitución”.

Además de la necesidad de mantener una postura firmemente abolicionista, resaltamos que la única forma de desafiar la prostitución y el conjunto de violencias que sufrimos las mujeres de la clase trabajadora es a través de una huelga general feminista de carácter mixto. Como comentó una compañera veterana: “Se quiere centrar sólo la atención en la huelga de consumo y cuidados, y eso está bien si se quiere hacer una protesta simbólica, pero para acabar con este sistema tenemos que darle donde duele, en lo económico, con la huelga general”. La comisión acordó elaborar un primer manifiesto para defender estas posiciones y con el que empezar a trabajar y extenderlas al resto de territorios.

Al finalizar las comisiones volvimos al debate plenario. Como no podía ser de otra manera, exigimos nuestro derecho democrático a informar de esta comisión, como se hace con el resto, para trasladar el debate y los acuerdos tomados en la que fue sin duda la comisión más numerosa de la asamblea. Sin embargo, una vez más, nos encontramos con maniobras antidemocráticas para impedirlo y censurar la voz de las abolicionistas.

¿Cuál es la razón? ¿Acaso no es un asunto trascendente que queramos decidir si queremos un feminismo revolucionario y anticapitalista que desafíe una institución patriarcal y clasista como la prostitución o un feminismo asimilado por el sistema que pretenda legalizar la esclavitud sexual y ser sumiso ante los intereses de quienes trafican y explotan los cuerpos de las mujeres? ¿O será que dentro del 8-M hay una minoría que tiene intereses materiales en defender los negocios del sector pro-regulación de la prostitución y no quiere desenmascarase en un debate franco y abierto en el que el movimiento se exprese mayoritariamente como abolicionista?

Nuestro movimiento ha alcanzado una madurez y determinación extraordinaria gracias al trabajo y a la valentía de millones de mujeres que han salido a las calles, se han organizado y han sacado a la luz realidades invisibles hasta hace bien poco. Que estamos luchando por ser las dueñas exclusivas de nuestras vidas y nuestros cuerpos, por no ser sumisas ante ningún poder económico que nos quiera explotadas y vea en nuestros cuerpos y nuestra sexualidad una mercancía más con la que un puñado se haga de oro. No pretendemos imponer nuestra visión a nadie, pero tampoco aceptamos que se nos niegue el legítimo derecho a defender nuestras posturas libremente. Necesitamos para avanzar en nuestra emancipación forjar un movimiento feminista masivo y democrático donde todas nos podamos expresar con libertad y sin temor, en el que podamos defender nuestros intereses como mujeres oprimidas frente a aquellos y aquellas que levantan la bandera del feminismo para lavarse la cara y legitimar su opresión contra nosotras.

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