Denunciar la violencia machista no es delito
El Juzgado de Instrucción nº 8 de Palma imponía hace unas semanas a Nina Parrón, Directora de Igualdad del Consell Insular de Mallorca, una fianza de 30.000 euros tras su imputación "por calumnias e injurias con publicidad". La razón de esta imputación es haber denunciado, tanto ante la Fiscalía como públicamente a los medios de comunicación, a Jorge Skivinsky, presidente de la Asociación de Padres de Familia Separados de Baleares, por un artículo periodístico por “apología de violencia de género”. Nina Parrón señaló, tras interponer la denuncia, que dicho artículo podía “ser delito” y que en caso contrario “debería serlo”. La carta de este individuo no tiene desperdicio, y es una muestra muy clara de machismo, misoginia, y de un completo despreció hacia la víctima de un cruel asesinato de género.
Xué Sandra Saura, de 32 años, fue rociada con gasolina por su pareja y quemada viva delante de su hijo de 2 años, al día siguiente de manifestarle que quería separarse. Consiguió ella misma apagar las llamas de su cuerpo, coger a su hijo y huir, aunque finalmente murió al haber sufrido quemaduras muy graves en el 80% de su cuerpo. Frente a esta tragedia, Jorge Skivinsky decidió escribir un artículo titulado “No fue agresión machista”, donde señalaba respecto al asesino de Xúe, Carlos Peña, que "su obsesión por la persona amada lo ha obnubilado hasta tal punto que no ha podido aceptar la decisión de su pareja y, hundido afectivamente, la agredió" (Que no la agredió, ¡la asesinó!). Y todo esto de cara a señalar que no nos encontramos ante un crimen machista sino ante un crimen pasional, y que calificar estos hechos como machismo es consecuencia de que “el feminismo radical y misándrico ha inundado a la sociedad de su ideología sectaria que ve machismo hasta en la sopa.”
Se persigue a raperos y tuiteros, pero se ampara la apología de la violencia machista
Evidentemente dicho artículo es una completa justificación de la violencia machista, y una justificación del propio crimen. Se culpabiliza a la víctima, Xué, que al comunicar a su marido que quería separarse, lo “obnubiló” provocando que este la quemará. Por eso ¡sí!, fue denunciado muy correctamente tanto por Nina Parrón como por el concejal Aligi Molina por “apología de violencia de género”, porque es eso lo que hizo, justificar una violencia que mata cada año a decenas de mujeres, y que ha matado en una década a casi 800 de nosotras.
Sin embargo en este caso, a diferencia de otros, la Fiscalía decidió rápidamente archivar la denuncia contra Jorge Skibinsky. Cuando se trata de raperos que critican a la Corona, a los corruptos o a la policía, si, ¡todos a la cárcel! Cuando se hace un chiste sobre el fascista Carrero Blanco también, ya que se afecta al honor de este jerifalte de la dictadura franquista. Pero si se insulta la memoria de una mujer asesinada, si se justifica a un asesino cruel que es capaz de hacer lo que hizo delante de su hijo, en ese caso no, ya que se trata de “libertad de expresión” y dicha carta no supone “degradar a la víctima". Ahora no solo se ha rechazado dicha denuncia, sino que la denunciante, Nina Parrón, se sentará en el banquillo por ofender a este individuo. ¡Es una auténtica vergüenza! ¡El mundo al revés! ¡Basta de justicia patriarcal y machismo institucional!
Todo esto pone de nuevo en evidencia que tanto la Fiscalía, dirigida por el PP, como el aparato judicial, amparan sin complejos el machismo, como ha ocurrido en el caso de Juana Rivas o en el de Susana Guerrero. La propia Asociación dirigida por este individuo, Jorge Skibinsky, defiende el denominado “síndrome de alienación parental”, un síndrome inexistente que sirve para criminalizar a muchas mujeres de cara a arrebatarles la custodia de sus hijos frente a sus maltratadores. También dicha asociación ha exigido la derogación de la Ley de Violencia de Género, alegando que discrimina a los hombres. Y lo peor de todo es que hacen todo esto contando con el amparo para poder actuar así, con total impunidad, tanto del PP como de Ciudadanos, como de medios de comunicación como la COPE, de la Iglesia Católica, o Intereconomía. ¡Y mientras, muchas son asesinadas!
El propio Albert Rivera, que ahora dice estar encantado de liderar el movimiento feminista, apoyó en su día a esta Asociación, exigiendo también la derogación de la Ley de Violencia de Género alegando como aquellos que discriminaba a los hombres. Pero, ¿a quién están matando? ¿Qué tipo de argumento es este? Evidentemente todo esto no hace más que demostrar el cinismo y la hipocresía de un partido como Ciudadanos, que primero insulta la lucha feminista oponiéndose activamente a la huelga del 8 de marzo, para después ponerse el lacito morado y acudir a hacerse la foto a la manifestación. ¿Por qué no denunciáis la situación de Nina Parlon, de Juana Rivas o de Susana Guerrero? ¿Por qué no exigís el cese de los fiscales o jueces que las persiguen? ¡Basta ya de hipocresía! Como el PP y como la Iglesia Católica, ¡sois unos machistas redomados!
Todo esto demuestra que hoy más que nunca la lucha es el único camino. Lo demostramos el 8 de marzo, con millones ocupando las calles, y debemos seguir haciéndolo construyendo un movimiento feminista revolucionario y anticapitalista. Porque el problema es el sistema, un sistema capitalista y heteropatriarcal que nos oprime y nos ningunea.
