Un año más las mujeres trabajadoras y jóvenes, acompañadas por nuestros compañeros, hemos vuelto a tomar las calles de todo el mundo en el Día Internacional contra la Violencia Machista. Desde Latinoamérica hasta las plazas de decenas de ciudades de Europa, millones exigimos el fin de esta lacra que nos asesina, oprime y explota.
En el Estado español, como ya es tradición, las manifestaciones fueron multitudinarias. 60.000 en Madrid, 15.000 en Barcelona y Bilbo, 10.000 en Iruña, 7.000 en Sevilla, 2.500 en Málaga… La fuerza arrolladora que la marea feminista volvió a demostrar es imparable. Durante horas cantamos contra la justicia patriarcal y de clase que protege a violadores y culpa a las víctimas (¡Nos violan en manada y la justicia no hace nada!), contra los asesinatos machistas (¡No estamos todas faltan las asesinadas!), contra el acoso callejero (¡No quiero ser valiente, quiero ser libre!) y contra el sistema que sustenta la violencia contra la mayoría de las mujeres: el capitalismo.
En muchas ciudades, pancartas con la consigna “Abolición de la prostitución, la pornografía y los vientres de alquiler” abrían las grandes manifestaciones del 25N. El movimiento feminista volvió a demostrar por la vía de los hechos que no sólo es abolicionista, sino que no permitiremos que se blanquee la esclavitud sexual y a las mafias proxenetas en nuestras movilizaciones. Como desde Libres y Combativas hemos explicado una y otra vez, es absolutamente inaceptable que ciertos sectores que se denominan feministas aboguen, en la práctica, por legalizar el abuso y las violaciones contra las mujeres más vulnerables. El 25 de noviembre luchamos contra todo de tipo de violencia machista, entre las que se encuentra, de forma destacada, la esclavitud sexual. ¡Abolicionistas, anticapitalistas!
Una respuesta al machismo y fascismo de la extrema derecha
Sin ningún tipo de duda, el movimiento en defensa de los derechos de las mujeres trabajadoras y jóvenes, que ha movilizado a millones de personas en multitud de ocasiones, sigue siendo un ejemplo muy poderoso. Por eso no es ninguna casualidad que la derecha franquista nos ataque tan ferozmente.
Durante los últimos días hemos tenido que escuchar auténticas provocaciones e insultos de parlamentarios y parlamentarias de Vox. Presenciamos en la Asamblea de Madrid a la retrógrada Alicia V. Rubio –una vieja conocida del movimiento estudiantil que interpuso una querella criminal contra el Sindicato de Estudiantes por luchar contra su homofobia cuando era la jefa de estudios del IES Peridis– afirmar que “el feminismo es un cáncer” y que “coser botones empodera mucho”. También hemos escuchado a Ortega Smith en el Ayuntamiento de Madrid, negando de nuevo la existencia de la violencia de género y, cuando una mujer que hoy va en silla de ruedas precisamente por un ataque machista le hizo frente, éste contesto que “es el prototipo de feminista subvencionada”.
Estas movilizaciones fueron una respuesta contundente a todos aquellos y aquellas que pretenden arrebatarnos todos nuestros derechos y devolvernos a la oscura época de la dictadura franquista. Ayer le dijimos a la extrema derecha que ¡no pasarán! y que nos tendrán en las calles combatiendo su machismo, su racismo y su fascismo. Esta es la forma de frenar a Vox: levantando un poderoso movimiento feminista revolucionario en las calles que señale a los y las culpables de nuestra opresión. Esta es nuestra mayor fuerza.
Pero ayer no sólo gritamos ¡Vox vuelve al siglo diecisiete!. También levantamos la bandera de lucha contra los firmes defensores del Régimen del 78, contra los reaccionarios del PP y de Ciudadanos, quienes comparten las mismas tradiciones e ideología que la extrema derecha: políticos y políticas, como Díaz Ayuso o Begoña Villacís, que aplican todas y cada una de las medidas que condenan a las mujeres trabajadoras a una vida de opresión y precariedad.
En la manifestación de Madrid se vivió una escena que refleja muy bien lo que significa el Trifachito para nuestros derechos. Cuando la manifestación avanzaba por la Calle Alcalá, el Ayuntamiento de Madrid dirigido por Martínez-Almeida del PP, decidió activar a todo volumen el sonido de la decoración navideña de la calle para que los villancicos taparan las miles de gargantas que gritábamos contra el machismo y la justicia patriarcal. ¡Menos villancico y más trabajo fijo! rompimos a cantar. La derecha nos pretende silenciar pero sólo se encontrarán con más indignación, más rabia y más lucha en las calles.
Feminismo anticapitalista y revolucionario. ¡Únete a Libres y Combativas!
Las compañeras de Libres y Combativas, el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria participamos enérgicamente en las manifestaciones que se celebraron a lo largo y ancho del Estado. Organizamos grandes cortejos combativos y agrupamos a miles de personas tras nuestras pancartas y banderas. La juventud y las estudiantes volvieron a ser ayer de las grandes protagonistas de la jornada, como lo han sido el 8M o en las manifestaciones contra las Manadas y el sistema judicial que las protege.
Desde nuestros megáfonos enviamos un especial saludo de lucha fraternal a las centenares de miles de mujeres trabajadoras, jóvenes, campesinas, junto con miles de hombres más, que en América Latina están protagonizando auténticas insurrecciones contra la oligarquía de derechas, contra las medidas neoliberales o contra golpes de Estado en Ecuador, Chile, Colombia o Bolivia. Recordamos la lucha por un aborto libre, seguro y gratuito en Argentina o México y nos sentimos hermanadas con la revolución que hoy recorre el continente latinoamericano.
En nuestros discursos también recordamos al nuevo gobierno de coalición cuales son las reivindicaciones y demandas del movimiento feminista, que una vez tras otra hemos defendido en las calles. La experiencia de estos últimos meses con el gobierno del PSOE ha sido muy clara: a pesar de considerarse “el gobierno más feminista de Europa”, el Ejecutivo “socialista” no ha aplicado ni una sola medida para transformar las condiciones de vida de las mujeres. ¡Es la hora de los hechos! Pero seguimos en las calles porque la lucha es el único camino.
Somos feministas y anticapitalistas. Desde Libres y Combativas sabemos que acabar con la violencia machista sólo es posible si terminamos con el sistema que la genera. Debemos impulsar un feminismo revolucionario que ponga en jaque al orden capitalista y patriarcal.
Os invitamos a todas a uniros a nosotras para hacer nuestra lucha más fuerte y poderosa. Esta batalla la vamos a ganar y construiremos una sociedad distinta, una sociedad socialista, donde nadie nunca más conozca la violencia, la explotación o la esclavitud.