Entrevista a Carol Hernandez coordinadora de la Plataforma Libres de Essure en Euskal Herria
Desde Libres y Combativas hemos tenido la oportunidad de hablar con Carol Hernández, coordinadora de la Plataforma Libres de Essure en Euskal Herria. Carol nos cuenta que esta plataforma se creó por petición de las mujeres que compartían los daños provocados por Essure.
Decidieron crear una página en castellano porque veían necesario informar sobre el producto, ya que los ginecólogos omitían los riesgos. La plataforma se formó hace dos años y medio y, actualmente, la componen 1.500 mujeres, pero han llegado a ser 2.000.
¿Qué es el Essure y cómo funciona?
El Essure es un método anticonceptivo permanente que no está diseñado para ser extraído. Está compuesto por metales como níquel, titanio, platino, aleaciones de acero inoxidable, soldaduras de plata y oro y diversos polímeros. Esto significa que, en caso de ser alérgica a alguno de los materiales, sus riesgos pueden ocasionar daños mayores, como comentaremos más adelante.
Para implantar este microinserto, el ginecólogo inserta dos espirales flexibles, una en cada trompa de Falopio, obstruyendo así el paso de los espermatozoides. Al cabo de tres meses el tejido se encarna alrededor de las espirales. Pasado este tiempo, la paciente deberá someterse a una prueba de confirmación, que puede ser una radiografía, una ecografía, una radiografía de pelvis o una histerosalpingografía.
¿Qué riesgos tiene este microinserto?
Un gran número de mujeres han informado sobre los efectos secundarios que provoca este método, que no están reconocidos por los ginecólogos. Esta es una pequeña lista de dichas complicaciones: hemorragias menstruales, dolores de cabeza, inflamación abdominal, embarazo ectópico, cansancio, caída de cabello, abortos espontáneos, dolor de ovarios, dolor de riñones, infecciones urinarias, infecciones por cándidas, enfermedades autoinmunes, problemas endocrinos, problemas digestivos, ansiedad, depresión y un largo etcétera.
¿Qué se esconde detrás del producto?
Este método de esterilización permanente fue aprobado por primera vez en el 2002. 15 años más tarde, queda demostrado que sus ventajas no son las que en su día vendieron a las pacientes. En la actualidad son más de 80.000 las mujeres afectadas por el Essure en el Estado español. En EEUU (donde se han colocado el 60% de los microinsertos) nos encontramos con la activista Erin Brokovich, que ha ejercido una gran presión para que las mujeres afectadas sean escuchadas.
Es obligatorio mencionar al fabricante, la gran multinacional alemana Bayer. La farmacéutica teutona se hizo con Essure tras comprárselo a la empresa californiana Conceptus en el año 2013. Tras investigar sobre las pruebas que se hicieron al lanzar este anticonceptivo nos encontramos con datos que son terroríficos para las mujeres. Por ejemplo, Bayer solamente realizó un test de larga duración con cinco pacientes en tres años, con 149 durante dos años y con 281 durante 18 meses. Quedan claros, una vez más, los intereses de las grandes empresas: priorizar las ventas y los ingresos poniendo en riesgo la salud de miles y miles de mujeres.
En septiembre de este mismo año, Bayer retiró del mercado el anticonceptivo en Europa, pero lo hizo "de forma voluntaria y por motivos estrictamente comerciales", deslegitimando así los testimonios de las afectadas.
A Carol le implantaron el producto en 2005. Nos cuenta que es cuando fue al ginecólogo al querer esterilizarse cuando éste le habla del Esure. Lejos de advertirle de los peligros del producto, éste la convence para que lo utilice, vendiéndolo como un método efectivo y lleno de ventajas. El producto empezó a implantarse en Córdoba. Es evidente que no había estudios de ningún tipo y que a nivel mediático era desconocido. Lo que vemos es que este microinserto provoca daños muy variados en diferentes mujeres, y que los dolores no siempre aparecen desde el principio, como es el caso de Carol, que ha sufrido durante una década los dolores que aparecieron cinco años después de la implantación. Nuestra entrevistada reconoce que se siente culpable de haberlo hecho, aunque en realidad no lo es, ya que confió en los médicos.
Nos cuenta cómo se dio cuenta de que los problemas tenían como punto de partida la implantación Essure. Una amiga quería esterilizarse y Carol buscó información para dársela. Así se encontró con la plataforma de afectadas. Pidió acceso a pesar de no saber realmente la procedencia de sus daños. Hablando con la administradora se dio cuenta de que tenía todos los problemas que le mencionaban. Para ella fue un shock y al mismo tiempo sintió alivio, porque sus problemas eran los de muchas más y por fin encontraba la respuesta. A partir de aquí, empieza una andadura de médico en médico para pedir pruebas con las que asegurarse de que Essure era el culpable de todo. Así descubrió toda la verdad.
Carol está operada. Le realizaron una salpingectomía bilateral laparoscópica, que consiste en realizar cuatro incisiones alrededor del ombligo y extraer las trompas de Falopio. Aunque hay casos en los que se practica una histerectomía total, quitando así todo el aparato reproductor. La de Carol es de las pocas operaciones que ha quedado bien, explicándonos que las operaciones que se hacen a nuestros cuerpos no se están realizando correctamente. ¡No somos mercancías ni experimentos!
Es tremendo cómo Carol transmite el trato vejatorio de los médicos y ginecólogos, tanto antes como después del implante. A ella solo le hicieron una ecografía vaginal. Y en general, aunque es sabida toda la verdad de Essure, la gran parte de médicos tratan a las pacientes insultándolas de menopáusicas, las toman por locas e incluso les achacan que "están leyendo demasiadas cosas en Internet". No tienen poder de decisión y están tutorizadas por los ginecólogos. En el momento en el que se dan cuenta de que las mujeres están informadas no les escuchan. Se sienten maltratadas emocionalmente. Existe la posibilidad de recurrir a la vía judicial, pero insiste en que ellas solo hacen la función de informar y apoyar a las afectadas.
Carol hace una denuncia clara de la sanidad pública española y vasca, que dio el visto bueno sin realizar estudios sobre el producto. Sabemos lo que pasa cuando hay intereses de multinacionales detrás: ¡nuestros cuerpos no son un producto donde puedan experimentar! Deja claro que no temen a la multinacional. También explica cómo desde la sanidad pública en Euskal Herria, Osakidetza (sanidad pública en la Comunidad Autónoma Vasca) tarda hasta seis meses en dar una respuesta.
Tanto osakidetza como la sanidad pública a nivel estatal está obligando a las afectadas a firmar que quieren operarse por petición voluntaria para deshacerse del Essure, no reconociendo en ningún caso el daño causado por el producto fabricado por la Bayer. Esto es una clara muestra de la alianza de una de las multinacionales más poderosas del mundo y la sanidad pública gobernada por el PP y el PNV en Euskal Herria. Recientemente han solicitado hablar con el director de ginecología de Cruces, pero aún no han obtenido respuesta. En lo que a Euskal Herria se refiere, nos encontramos con 70 afectadas en este momento, casi la mitad operadas. La mayoría de ellas se encuentran bien, aunque hay algunas a las que les quedan restos en su cuerpo. Comenta, en favor del hospital de Cruces, que están haciendo buenas operaciones.
Desde el Sindicato de Estudiantes, Libres y Combativas e Izquierda Revolucionaria queremos transmitir todo nuestro apoyo y solidaridad a las compañeras de la plataforma Libres de Essure. Esto es un claro ejemplo de lo que pasa cuando el PP y el PNV privatizan y recortan la sanidad pública para regalar beneficios a las grandes multinacionales, bancos y empresas privadas a costa de nuestra salud. Las familias trabajadoras, y sobre todo las mujeres trabajadoras, somos las primeras en sufrir los daños. Necesitamos una sanidad totalmente pública, gratuita y de calidad, y que las empresas farmacéuticas sean públicas, bajo el control democrático de los trabajadores. ¡Nuestra salud no es un negocio!
- Reconocimiento y reparación a todas las afectadas por Essure. Tanto la Bayer como el ministerio de sanidad son responsables del daño causado.
- Por una sanidad pública, gratuita y de calidad. Fuera las empresas privadas de la sanidad pública. Nacionalización de las empresas farmacéuticas y farmacias, bajo el control democrático de trabajadoras y trabajadores.
- Basta ya de machismo en la sanidad. Medidas contundentes y control para erradicar el trato machista y reaccionario tanto de los centros de salud como en las farmacias.