Publicamos a continuación la entrevista que nuestras compañeras y compañeros de Offensiv en Hamburgo han hecho a Nadja Habibi. Nadja es militante de esta organización y recientemente su tesis universitaria “Prostitution versus Sexarbeit” (Prostitución vs. trabajo sexual) se ha publicado en forma de libro en Alemania.

En este texto, la autora explica la necesidad de entender la lacra de la prostitución en un contexto capitalista y cómo combatir la reaccionaria posición de “el trabajo sexual es un trabajo como cualquier otro”. En Alemania la prostitución fue legalizada en 2002, y desde entonces este modelo ha supuesto un horror sin fin para miles de víctimas.

Offensiv: Nadja, en tu tesis afirmas que la prostitución debe entenderse “en el contexto de las relaciones de propiedad burguesas-capitalistas”. ¿Qué quieres decir con eso?

Nadja Habibi: Con esto quiero decir que la prostitución no es una idea abstracta, sino que es una parte integral del modo de producción capitalista. La sociedad de clases produce inevitablemente una inmensa riqueza. Por un lado, están los pocos que se apropian de esa riqueza, y por el otro lado, quienes producen esa riqueza pero sufren una pobreza masiva.

Una parte de esa gran masa, oprimida y explotada, tiene que recurrir a todos los medios a su alcanza para asegurar su propia supervivencia por una necesidad material. Y dado que la opresión de las mujeres es un pilar central de la sociedad capitalista en general, los cuerpos de las mujeres en particular se convierten en una mercancía. En el momento en el que nuestra sexualidad, la sexualidad de las mujeres pobres, se convierten en una mercancía, eso tiene un efecto en la sociedad y también en la conciencia social. Al mismo tiempo que la prostitución es un producto de la opresión de la mujer, es una forma de también mantenerla. Para comprender la conexión entre prostitución y la opresión de la mujer hay que tener en cuenta el modo de producción capitalista. Bajo este sistema, incluso nuestros cuerpos y sexualidad es algo que poder vender y comprar.

Offensiv: Creo que puedes aportar mucha luz en este debate. El término “trabajo sexual” también es muy común en el movimiento feminista actual. ¿Qué opinas?

Nadja Habibi: Considero que el uso del término “trabajo sexual” es un eufemismo que, por un lado, miente sobre quién tiene realmente el poder dentro del negocio de la prostitución (los proxenetas, las mafias que trafican con personas… y no las mujeres prostituidas) y, por otro lado, representa un intento de normalizar la prostitución, es decir, presentar la esclavitud sexual como un mercado más que se tiene que regular. Esto lleva a veces a aberraciones absurdas, como que los burdeles se denominen “empresas de servicios”, que los proxenetas se presenten como “hombres de negocios” o que, incluso, se sustituya el término “trata de personas” por “migración laboral”. Hay que decir que son sobretodo representantes del feminismo liberal quienes hablan de “trabajo sexual”. Es decir, que con los propios términos que se utilizan se puede vislumbrar qué posición se mantiene respecto a la prostitución.

Offensiv: En tu trabajo también haces una crítica a las voces que dentro del sector del trabajo social enfocan la prostitución desde un punto de vista liberal. Si la prostitución es una forma de explotación capitalista, ¿cuál es el enfoque correcto para enfrentarla?

Nadja Habibi: Muchas de estas personas, que trabajan en el ámbito social y son trabajadoras sociales, hacen mucho “trabajo político” y de concienciación. Eso, en sí mismo, no es incorrecto, pero no se puede obviar la violencia que sufren las mujeres víctimas de la prostitución. En mi opinión, los centros de asesoramiento[1] deberían luchar contra la persecución a las víctimas y ofrecerles la posibilidad (con medios económicos y materiales) de escapar de las garras de las mafias proxenetas, pero contextualizando esta “ayuda” en el sistema económico que vivimos. La prostitución es inseparable de la sociedad de clases y sólo puede ser abolida junto a ella. La prostitución empieza de la mano de la pobreza; no es casualidad que la gran mayoría de prostitutas pertenezcan al sector más pobre de la sociedad, igual que no es casualidad la cantidad de mujeres migrantes que se deben dedicar a ello.

Hay una clara relación entre el machismo, la pobreza y el racismo. Todos estos factores son una parte fundamental de la sociedad capitalista. Entonces, para sentar las bases de un mundo donde no exista la prostitución, debemos luchar por acabar con el sistema capitalista, que nos conduce a la pobreza, la opresión y a mercantilizarlo todo.

La lucha por la abolición de la prostitución es una lucha por nuestra libertad como mujeres pero también, por ejemplo, por acabar con la brecha de género en los salarios, y por unos sueldos dignos. Luchar contra la esclavitud sexual es luchar contra el capitalismo.

Offensiv: Has hablado mucho de la “sociedad de clases”, es decir, de la opresión que sufre toda una clase social, y no de una lucha parcial que las mujeres deban librar contra los hombres. ¿Qué dirías que te hace diferente de las “feministas” del estilo Oprah Winfrey?

Nadja Habibi: La gran diferencia es que “feministas” como Oprah Winfrey o Hillary Clinton sólo quieren un pedazo del pastel que tiene la clase capitalista. El feminismo burgués ve la liberación de la mujer como una lucha de todas las mujeres unidas sobre todos los hombres, independientemente de su clase social. Pero esas mujeres ricas tienen intereses muy distintos a los de las mujeres de clase trabajadora. Para nosotras no se trata de problemas como los “techos de cristal”, o cuotas de mujeres en consejos de administración”, sino de problemas como que el cuidado de los niños y los mayores pase por unos buenos servicios públicos y no recaiga sobre nuestras espaldas, o tener un salario decente para ser económicamente independientes. Esto requiere de la lucha de toda la clase obrera, conjuntamente, de sus mujeres y sus hombres. Porque la unidad de clase y nuestras demandas chocan directamente contra la voluntad de los gobernantes capitalistas. Por eso sí, en mi opinión, la lucha por la liberación de la mujer es una lucha entre clases.

[1]  Los centros de asesoramiento son centros gratuitos que existen en Alemania desde que se regularizó la prostitución y pretenden ofrecer ayuda a mujeres, jóvenes y mujeres trans prostitutas, resolver dudas sobre deudas, multas, ayudas para encontrar un hogar, revisiones médicas…

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