Esta mañana tras una vista pública, el Tribunal Supremo ha condenado a 15 años de cárcel por violación a los cinco violadores de La Manada. Tras casi tres años de juicios y sentencias vergonzosas que dictaban que sólo había existido “abuso”, este Tribunal se ha visto obligado a reconocer la violación gracias a la presión de la movilización social en las calles de todo el Estado. Esta sentencia reconoce lo que ha sido evidente desde el primer momento para las centenares de miles de personas que hemos tomado las calles una y otra vez al grito de “yo sí te creo” y “no es abuso, es violación”.
Sí. Esta sentencia es el fruto de la movilización y la lucha en las calles, no de la aritmética parlamentaria ni de que la justicia se “haya vuelto más justa”. ¡Es nuestra! Es de las huelgas feministas del 8 de marzo, de las masivas movilizaciones contra La Manada y la justicia machista y patriarcal y de la huelga general estudiantil convocada por el Sindicato de Estudiantes y Libres y Combativas el 10 de mayo, donde la juventud demostró masivamente su rechazo a una sentencia aberrante que legalizaba en la práctica la violación. Esta sentencia es el resultado de cada manifestación y concentración que ha recorrido las calles de todo el Estado denunciando la justicia machista y franquista que permitía la aparición de más y más manadas que nos violaban y ponían en riesgo nuestras vidas y del aparato del Estado que lo protegía. Todo esto nos deja una lección muy poderosa, y muy peligrosa para todas y todos aquellos que nos quieren aleccionar y encerrar en casa, y es que: ¡LA LUCHA SIRVE!
Hemos asestado un golpe muy duro a la justicia machista pero sabemos que la lucha debe continuar. Exigimos el cese inmediato de todos los jueces y juezas que han participado en dejar en libertad a estos cinco violadores y la depuración del aparato judicial de todos y todas las que dictan sentencias machistas como ésta. Porque como hemos gritado hasta desgañitarnos ¡La Manada es el sistema!
Por eso, esta tarde volveremos de nuevo a las calles para decir alto y claro que no pararemos hasta acabar con la brutalidad y la opresión que ejerce este sistema capitalista hacia las mujeres, la clase trabajadora en su conjunto y la juventud. Esta victoria nos llena de fuerza, optimismo y confianza para continuar luchando por nuestra emancipación y contra todo tipo de violencia hacia nosotras.
¡Nos queremos vivas, libres y combativas!
¡La lucha sirve, la lucha sigue!