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Entrevista a Elena Blanco y Sara Martínez, jugadoras del COVAFEM (Equipo de fútbol femenino del Club Deportivo Covadonga de Oviedo)
Desde hace semanas las jugadoras del COVAFEM se están movilizando para denunciar la situación de discriminación machista que sufren por parte de la directiva del Club y la campaña represiva que han desatado contra ellas por hacer público el trato que sufrían. Quedamos con las jugadoras Elena y Sara para entrevistarlas y que nos lo cuenten de primera mano.
Libres y Combativas. Qué situación habéis vivido en el Club desde que se crea el equipo femenino
Elena y Sara (COVAFEM). El Club montó el equipo femenino en 2018 para recibir subvenciones públicas de fomento del deporte femenino, pero parece que ese interés despareció al mismo tiempo que la subvención. En su momento nos prometieron un montón de cosas que nunca se han cumplido, como por ejemplo una afiliación del atlético de Madrid, de la cual a día de hoy no sabemos nada. Pero incluso se habló de que cobraríamos una pequeña cantidad como sucede con jugadores de nuestro equipo homólogo, el regional masculino.
Lejos de esto, este año la discriminación machista al equipo femenino ha alcanzado unos niveles nunca vistos. Al inicio de la temporada nos dicen que nos rebajan a la categoría de “fútbol base”, que es el de formación, hasta los 14 años en el caso del femenino. ¡Nosotras no estamos aprendiendo a jugar, competimos a nivel regional! Pero para colmo nos lo comunican cuando ya habíamos firmado las fichas para la temporada, haciendo imposible encontrar otro equipo si nos íbamos.
Hasta este año no teníamos que pagar nada, pero al meternos en fútbol base, donde los y las jugadoras sí pagan cuotas porque están recibiendo clases para aprender, ahora pretenden que nosotras paguemos cuota mensual de 20 euros. La excusa que nos daban para pasar a cobrarnos fue que era a cambio de la ropa nueva del club y, aunque siempre se nos había dicho que la equipación era gratuita, accedimos. Cuál sería nuestra sorpresa cuando nos traen una ropa vieja que además no es de nuestras tallas. Nosotras jamás hemos pedido cobrar, como nos habían prometido, pero de ahí a pagar hay una gran diferencia.
De septiembre a octubre nos negaron el acceso a los vestuarios, y teníamos que cambiarnos en las gradas e irnos a casa sin duchar a las 21 o 22h que salimos de los entrenamientos. Supuestamente era por un protocolo COVID, pero resulta que los equipos masculinos sí podían utilizarlos. Evidentemente ante esta discriminación nos quejamos, pero hasta que no hicimos ruido no conseguimos que nos dejasen utilizarlos. También nos han puesto problemas para conseguir el campo para partidos amistosos aunque estuviese libre.
En definitiva, nos sentimos completamente discriminadas.
LyC. Cuándo decidís pasar a la acción y denunciar públicamente
EyS. Llevamos muy molestas desde el inicio de la temporada, pero cuando vimos que ni nos daban equipación ni cumplían nada de lo prometido dejamos de pagar los 20 euros. Aunque intentamos tener una reunión con la directiva para explicar por qué dejábamos de pagar, no hubo manera. En cuanto se dieron cuenta de que habíamos dejado de pagar, el presidente, Curro Cabal, y el coordinador, Ricardo Onís, nos interrumpen de mala manera un entrenamiento y nos amenazaron con sacarnos de la competición.
Dos semanas después, cuando vamos a entrenar, nos encontramos con que no nos dejan, por lo que les pedimos los motivos por escrito, pero no nos los dan. Es ahí cuando decidimos llamar a prensa y denunciar públicamente la situación ya que no conseguimos razonar con ellos. Fue tan escandaloso que al día siguiente intentaron salir del paso con un comunicado en el que decían que ningún equipo, salvo los que tuvieran competición, podían acceder al recinto debido al Covid. Ese mismo día las entrenadoras bajaron a hablar con ellos y fue entonces cuando les dijeron que había tres equipos del club generaban pérdidas; el división de honor, el regional masculino y nosotras, y que la forma en la que habían decidido solventarlo era que el femenino pagase.
Aparte de ser una decisión profundamente machista y arbitraria, es la primera noticia que tenemos y que además no hemos podido contrastar, aunque nos resulta muy difícil entender qué pérdidas podemos dar cuando generamos ingresos por entradas, a siete euros, como las del masculino, y además vendemos más. Pero es que además los gastos corrientes de luz y agua no los paga el club porque el campo es cedido por el Ayuntamiento y hasta nuestra ropa la lavamos nosotras, a diferencia de los equipos masculinos que tienen contratado servicio de lavandería… ¡Nos suena a excusa total!
LyC. Cuál ha sido la respuesta por parte del Club a la denuncia por discriminación
EyS. La respuesta ha sido la represión, y además de forma inmediata. El 28 de diciembre despiden a nuestra entrenadora, Jessica González, por apoyarnos y echan de su cargo a dos delegadas del equipo, Olaya y Sandra. Pero para colmo nos enteremos por Instagram de que nuestro nuevo entrenador va a ser el coordinador que nos había soltado todo el rollo de que teníamos que pagar cuotas. Esto hizo que durante dos semanas tuviésemos que entrenar entre provocaciones constantes y los entrenamientos eran desastrosos: ni se molestaba en preguntar nuestros nombres o en que posiciones jugábamos, nos ponía a jugar en cualquier posición que no fuera la nuestra… Fue la gota que colmó el vaso y en el primer partido de liga sacamos unas pancartas y camisetas de protesta.
Ese mismo día hubo una gran provocación a una de nuestras capitanas fruto de la cual nuestra compañera dio un golpe a una pared de cartón piedra que utilizaron para expulsarla por “violenta”. Fue un montaje total, más escandaloso aun cuando hace poco un entrenador de fútbol sala le pegó dos puñetazos a un entrenador de benjamines delante de niños pequeños, familias y otros entrenadores, y el club no solo no le expulsó sino que encima le taparon.
Al día siguiente expulsan a las dos capitanas que quedaban acusándolas falsamente por “insultos en las redes sociales”, cuando las que recibimos insultos en redes y desde las gradas somos nosotras, y sabemos que están inducidos.
LyC. Cómo valoráis la respuesta a vuestra denuncia y a qué otros organismos os habéis dirigido buscando soluciones
EyS. Estamos muy contentas con los apoyos que hemos recibido. Dentro del propio Club hay mucha gente que, visto lo visto, le da miedo posicionarse por miedo a que les echen. Fuera del Club tenemos apoyo de muchos equipos de nuestra liga: el Versalles, el Llanera, los Prados, Femiastur, que sacaron pancartas de apoyo en partidos. Pero es que fuera del ámbito deportivo también nos hemos sentido muy apoyadas, nunca pensamos que íbamos a recibir tanta solidaridad y tener tanta repercusión.
Mandamos cartas a la Federación Asturiana de Fútbol, a la concejala de deportes del Ayuntamiento de Oviedo y a la Directora General de deportes del Principado. En el mejor de los casos solo hemos recibido respuestas orales diciendo que no pueden hacer nada, pero es que en el caso de la Federación, en vez de contestarnos a nosotras le reenvió nuestra carta al Club, ¡a quien nos discrimina y reprime!
Fruto del revuelo causado y la solidaridad que hemos recibido, ahora el Club mantiene silencio, quieren dejar morir el tema para que se acabe la temporada y eliminar al equipo sin que ello tenga repercusiones públicas. Pero nosotras seguimos firmes, sabemos que lo que estamos haciendo es muy importante como mínimo para prevenir que otros equipos hagan lo mismo. Nuestras reivindicaciones son claras:
- Readmisión de la entrenadora despedida y de todas las expulsadas
- Poder entrenar en igualdad de condiciones, sin tener que pagar cuotas ni ninguna otra discriminación.
De ahí no nos movemos.