La sanidad pública se defiende
El domingo 12 de febrero pasará a la historia de la lucha del pueblo madrileño. Ese día, a primeras horas de la mañana, cuatro columnas gigantescas marchaban desde cuatro puntos cardinales de la ciudad hacia una plaza Cibeles ya abarrotada de gente.
Riadas de familias trabajadoras, vecinos y vecinas de todos los barrios y localidades de la Comunidad, con una gran presencia del sur (Vallecas, Carabanchel, Usera, Orcasitas, Leganés, Móstoles, Getafe… imposible enumerarlas todas) que alzaban sus puños y sus voces para decir ¡Ayuso vete ya! Dejamos claro que no vamos a consentir ni un segundo más estas políticas que recortan nuestra sanidad pública para llenar los bolsillos de los empresarios explotadores, que destruyen los servicios públicos y hunden nuestros barrios.
Más de un millón de personas hemos protagonizado esta manifestación histórica. Un tremendo golpe encima de la mesa, en una movilización donde hemos respirado un ambiente vibrante que nos ha reafirmado en una idea central: no vamos a agachar la cabeza frente a quienes pretenden robarnos los derechos más básicos. Tenemos fuerza para echar a la derecha y el camino es precisamente este: la lucha en las calles.
La experiencia está siendo clara. El grandioso movimiento en defensa de la sanidad pública que hemos levantado desde abajo, gracias al trabajo infatigable y paciente de cientos de activistas y colectivos sanitarios y sociales combativos, está poniendo contra las cuerdas a Ayuso. No han sido los burócratas de los grandes sindicatos ni el PSOE quien ha hecho esto posible. Al contrario: ha sido a pesar de ellos y de los balones de oxígeno que han dado constantemente a Ayuso.
¿Por qué decimos esto? Porque es importante señalar que esa izquierda apalancada en el sistema ha firmado todos los acuerdos que Ayuso ha propuesto, se ha opuesto a la huelga de médicos de la Atención Primaria y no ha participado en ninguna reunión para organizar esta manifestación ni se ha dignado a impulsarla. Por supuesto que ponen su cara para los medios de comunicación. Pero que nadie se equivoque. Esta movilización es el fruto de la voluntad de los que no se resignan y saben que la única batalla perdida es la que no se da. Por eso tiene una credibilidad y cuenta con un respaldo tan grande.
Por eso también desde el Sindicato de Estudiantes e Izquierda Revolucionaria hemos impulsado tan enérgicamente esta lucha, apoyando e impulsando la huelga de los trabajadores sanitarios, inundando con carteles los barrios, repartiendo miles de octavillas en los centros de estudio, participando en las asambleas de vecinas y vecinos y defendiendo una idea central: es el momento de extender esta lucha con una huelga general en los servicios públicos. Hay fuerza, hay voluntad y sobran razones.
Lo único que podemos responder a la señora Ayuso ante las acusaciones que vierte contra esta lucha ejemplar es que vamos a volver a la carga todas las veces que haga falta, que continuaremos impulsando la movilización en todos los frentes hasta acabar con sus políticas de saqueo y destrucción de lo público. Que vamos a continuar organizando a la juventud ante la lacra del paro, la precariedad y la privatización de la educación. Que vamos a impulsar la huelga feminista este 8M combatiendo sin tregua la ofensiva machista de los jueces y la derecha franquista.
No vamos a parar y sabemos dónde está nuestro lugar. La defensa de la sanidad pública se ha transformado en un eje clave de la lucha de clases. Lo ocurrido el 12 de febrero en Madrid, en Santiago de Compostela, en Burgos, demuestra un cambio importante en el ambiente. Un nuevo impulso para derrotar la agenda de las privatizaciones y de los recortes, tanto de la derecha de siempre, como de esa izquierda descolorida que tiene nostalgia de esos tiempos en lo que todo lo pactaba con esa misma derecha.
Ayer quedó claro que miles de personas sabemos que este sistema no funciona y nos conduce a la barbarie. Tenemos que transformar ese instinto que muchas y muchos tenemos en conciencia y en organización. ¡Únete al Sindicato de Estudiantes!
La lucha sirve, la lucha sigue.