Nueve jóvenes sevillanos se sentarán en el banquillo el próximo 24 de octubre. ¿Su delito? Haber participado en una protesta pacífica que se produjo el 29 de marzo de 2017 en Sevilla contra la transfobia y que bloqueó el famoso autobús de HazteOir. Estos vehículos se han dedicado en los últimos años a recorrer distintas ciudades del Estado español bajo el lema “los niños tienen pene, las niñas tienen vulva, que no te engañen”.
Ahora, esta organización ultracatólica y de extrema derecha pide 12 años de prisión para cada uno, acusándolos de provocar desórdenes públicos, discriminación, coacción y daños contra la integridad moral, escudándose tras el delito de “odio ideológico”. ¡Precisamente ellos son los que viven de promover el odio hacia las personas trans y LGTBI! Uno de los acusados lo señalaba perfectamente: “¿Daños y coacciones al autobús de HazteOir? Yo sí que he recibido daños y coacciones por ser un joven transexual”.
La policía, como no podía ser de otra manera, ha respaldado rápidamente las acusaciones de HazteOír, señalando que “la única motivación de los hechos radica en la diferente ideología y el odio que les provoca esa discrepancia ideológica”. La Asociación Trans de Andalucía (ATA) denunció que este informe, en el que definen a los encausados como “activistas antifascistas de extrema izquierda”, estaba plagado de prejuicios sobre los tatuajes, vestuario y estética de los jóvenes. A pesar de que la Fiscalía “sólo” pedía un año de cárcel ante la denuncia interpuesta y que en 2018 la causa iba a ser archivada, ahora el caso ha sido reabierto porque estos fascistas, movidos por ese odio de clase y LGTBIfóbico que profesan, quieren venganza.
El juicio empezará el próximo día 24, y una treintena de policías testificarán contra los nueve jóvenes. Nos preguntamos dónde está esa misma policía cuando denunciamos una agresión LGTBIfóbica o pedimos ayuda cuando nuestra integridad física está en peligro. Esta justicia del cara al sol no se esconde en esconder su colaboración con la extrema derecha y la policía. Son parte de la misma triada reaccionaria que no duda en aplastar a activistas de izquierdas.
El lobby de HazteOir está muy vinculado a las grandes empresas, sectas ultracatólicas, figuras de la alta aristocracia, partidos de ultraderecha como VOX, Abogados Cristianos, el Grupo Eulen y capitalistas de distintos países donde los derechos LGTBI no existen, de los que reciben grandes donaciones. Son los mismos que organizan concentraciones frente a las clínicas abortivas para coaccionar a las mujeres y dilapidar nuestro derecho a decidir sobre nuestros propios cuerpos. Es con esta ingente cantidad de dinero sucio que manejan con la que se dedican a perseguir y acallar a las y los jóvenes que luchan contra los verdaderos mensajes de odio y discriminación. No son nada nuevo, son la misma mierda: los mismos que nos condenan a la pobreza, los trabajos de miseria, la exclusión social y que mantienen impunes a los fascistas y machistas cuando nos asesinan, atacan o humillan.
La protesta que frenó su autobús fue la respuesta del colectivo trans en lucha y del conjunto de nuestra clase para defendernos de sus ataques y de sus discursos de odio protegidos por el aparato judicial. Por eso Hazte Oír y los órganos represivos del Estado están persiguiendo con tanta virulencia a los participantes.
Quieren castigar a quienes se atreven a enfrentarse a ellos y dar ejemplo imponiendo la represión y la intimidación, para que los cientos de miles de personas que hemos llenado las calles desde el movimiento LGTBI nos lo pensemos dos veces antes de plantar cara a estos reaccionarios. Esta es precisamente la mejor demostración de que nuestro movimiento es una inmensa amenaza para la clase dominante reaccionaria, machista y LGTBIfóbica. Pero la represión no nos callará.
Desde Libres y Combativas y el Sindicato de Estudiantes enviamos todo nuestro apoyo a los jóvenes encausados y al conjunto de los activistas LGTBI y trans en Sevilla. Estamos con vosotros, vosotras y vosotres y seguiremos a vuestro lado plantando cara a estos fascistas con la movilización y la lucha.
¡Ni un paso atrás en los derechos trans!