El tema del aborto tanto en México como a nivel mundial sigue siendo muy discutido. A pesar de que en 1920 la Unión Soviética se convirtió en el primer Estado en legalizar el acceso al aborto y posteriormente en distintos países del mundo, el tema del aborto como un asunto de acceso a la salud y acerca de los derechos sexuales y reproductivos sigue generando debate, y sigue siendo visto como un tema moral y no de salud.
Según datos de la OMS, en 1997 se realizaron más de 50 mil abortos a nivel mundial y 20 mil de estos se hicieron de forma insegura y clandestina, en 2017 aumentó a 25 millones los abortos peligrosos. Pese a estos datos el número podría ser aún más grande sabiendo que hay casos no registrados.
En México, grupos conservadores de derecha, ultraderecha y sectores religiosos en especial la iglesia católica, se han opuesto al derecho a decidir de las mujeres y personas gestantes, vulnerando sus derechos y con argumentos insostenibles basados en prejuicios hacia las mujeres y siguiendo los roles de género tradicionales.
La criminalización y penalización del aborto genera que las mujeres acudan a clínicas clandestinas e insalubres, donde anualmente han muerto más de 190 mil mujeres y muchas más siendo sentenciadas a prisión. En 2021, organizaciones feministas denunciaron 200 detenciones de mujeres por abortar y la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) pidió la revisión de 432 carpetas de investigación abiertos por el mismo tema en 27 estados de la república.
En 2007, la Ciudad de México se aprobó la suspensión legal del embarazo hasta las 12 semanas, sin importar la causa, el cuál consideramos que ha sido un avance importante en el país, pero insuficiente. En la actualidad hay 12 estados del país además de la Capital, donde se ha legislado a favor del aborto: CDMX, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Baja California, Colima, Sinaloa, Guerrero, Baja California Sur, Quintana Roo, Coahuila y Aguascalientes, siendo en estos dos últimos estados resueltos por amparos del Poder Judicial.
La Ola Verde y el Movimiento feminista arrasa en México
El 6 de septiembre de este año, a unas semanas del 28 de septiembre (Día por la Despenalización y Legalización del Aborto), la Suprema Corte de Justicia de la Nación de manera unánime aprobó la despenalización del aborto a nivel federal, obligando a los centros de salud pública a prestar el servicio de aborto sin que el personal médico sea criminalizado por practicarlo.
La respuesta de los movimientos feministas y de la Ola Verde en México ha alzado la voz, mostrando una fuerza combativa y una lucha organizada. Los avances que han ocurrido en el país en el acceso al aborto para mujeres y personas gestantes se han conseguido gracias a la lucha organizada y mostrar esa fuerza en las calles.
La Marea Verde no solo es fuerte en México sino en Latinoamérica, y es por ello que se consiguieron avances importantes en Chile y en Argentina por citar 2 casos muy emblemáticos en el contexto latinoamericano.
¡Todavía hay mucho por lo cual luchar!
La lucha por el acceso al aborto sigue siendo de vital importancia y por no debemos minimizar los logros que se han obtenido debito al movimiento feminista en México. Sin embargo, el acceso al aborto se sigue viendo vulnerado en especial a mujeres y personas gestantes de clase trabajadora y en situaciones de pobreza, donde es difícil conseguir el acceso a este servicio y que se siguen viendo orilladas al aborto clandestino. No ha sido suficiente para garantizar realmente la práctica de la interrupción legal del embarazo y que se realice de forma segura, gratuita y libre de discriminación.
Con la pandemia se ha intensificado la falta de mantenimiento en las instalaciones de salud pública y también influye la mala administración de los servicios de salud.
En la capital del país solamente se cuentan con 15 clínicas que ofrecen este servicio, y 37 en total en todo el país. Se debe dar mayor presupuesto a la salud y además de señalar que se tiene que detener la discriminación y la violencia machista, como por ejemplo la violencia obstétrica y la discriminación a la comunidad sexodiversa ejercida por parte de distintos servidores públicos, esta violencia sigue en varias instancias.
Además de insistir en una educación sexual integral, de calidad y en todas las escuelas que genere la conciencia y el desarrollo de la personalidad de cada individuo.
En las instalaciones universitarias se debe asegurar el acceso al aborto y a los métodos anticonceptivos. La UNAM cuenta con un Centro Médico donde se dan servicios ginecológicos y en la UAM existe el Centro de salud Universitaria solamente en 3 de sus campus, las universidades no pueden lavarse las manos frente a esta problemática.
Igualmente debemos cuestionarnos qué tan libres somos las mujeres y personas gestantes de clase trabajadoras sobre decidir tener descendencia o no, ya que influyen mucho las condiciones materiales en las que muchas vivimos ¿Realmente podemos decidir libremente en un sistema capitalista donde siguen incrementando las condiciones de explotación y de desigualdad para los sectores más vulnerados?
Se requiere de un cambio sistémico, donde haya salarios dignos, empleos con prestaciones dignas que nos permitan mantener una buena calidad de vida para las infancias, acceso a guarderías, lavanderías y servicios de comedores comunitarios y realmente tener el tiempo suficiente que muchos progenitores no tienen. Eso influye a la hora de tomar una decisión sobre el futuro de nuestras vidas.
La lucha continua compañeras y debemos seguir presionando para que mejoren las condiciones de la clase trabajadora y de las mujeres trabajadoras, construir una sociedad libre de violencia machista y que realmente haya acceso a una salud digna.
¡POR UN VERDADERO ACCESO AL ABORTO LIBRE, SEGURO Y GRATUITO!