Después de un 2023 al pie del cañón lleno de lucha social y activismo en las calles, este 2024 empieza con una violencia desmedida hacia la comunidad trans, en tan solo 15 días 5 mujeres trans han sido asesinadas, siendo la última de ellas la activista trans Samantha Gomes Fonseca, quien fue asesinada con un arma de fuego en un ataque premeditado en la alcaldía Xochimilco, justo después de una visita al reclusorio sur, un ataque violento y lleno de odio, seguramente financiado por alguien más poderoso ya que la activista había denunciado que había recibido amenazas debido a sus diversas actividades que realizaba dentro de los reclusorios capitalinos.
Por su parte, Martí Batres, jefe de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX) afirmó que “todos los instrumentos con los que se cuenten para combatir la criminalidad hacia esta comunidad, son importantes”. pero como cada declaración oficial, solo son palabras vacías carentes de intención activa.
Cabe recordar algo de lo que se ha hablado antes y es que, la transfobia es al final solo una herramienta del sistema que busca su permanencia mediante un chivo expiatorio, es más fácil tener el control si se tiene un malo del cuento, ya se había hecho por mucho tiempo con el movimiento feminista, criminalizando marchas y colectivas, pero esto hoy en día es impensable, aunque aun haya grupos, los más conservadores, que sigan criminalizando al movimiento, la mayoria de partidos ya se dicen feministas, aunque solo sea por oportunismo.
Entonces, ahora se busca criminalizar a la comunidad trans, por ello la existencia de grupos trans-excluyentes, más allá de los grupos conservadores ya existentes surgen nuevos movimientos como las “Feministas Radicales Trans Excluyentes” –o TERF por sus siglas en inglés–, que buscan la separación de las mujeres trans del movimiento feminista, pero al final solo repiten discursos tranfóbicos, o peor, el movimiento LGBQ+ (que debería llamarse solo G) que busca la exclusion de las personas del movimiento por el que hemos luchado desde su creación, esto con la declaración de que las personas trans somos homófobas porque…”nos disfrazamos de mujeres porque nos da pena entablar relaciones con otros hombres y así fingimos ser heteros” y, repitiendo discursos transfóbicos de derecha.
El mismo presidente Obrador llamando “hombre vestido de mujer” a la Diputada trans Salma Luévano, comentario transfobo, que, a pesar de que se disculpó públicamente al día siguiente, no dejó de sentirse como una disculpa vacía hecha con una plantilla prescrita.
Desde el movimiento, condenamos todo tipo de acto discriminatorio hacia la comunidad trans e invitamos a todos, todas y todes a sumarse a la lucha, a no criminalizar nuestra lucha, a corregir cualquier conducta transfóbica que solo abona a las ideas más conservadoras y reaccionarias que nos oprimen a todxs y a alzar la voz con nosotres, no estamos exigiendo ningún privilegio, si no los derechos que supuestamente tenemos desde nacimiento, acceso a salud, vivienda y trabajos dignos y el reconocimiento institucional de nuestras identidades.
¡Ley Integral Trans Ya!
¡Feminismo no es transfobia!