Se acabó. La olla podrida del machismo en el fútbol no es sólo Rubiales. ¡Qué se vayan todos!
El vomitivo espectáculo de la “asamblea” de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) del viernes 25 de agosto, con el machista y agresor sexual Luis Rubiales escupiendo bilis y calumnias impunemente contra la víctima ha sido la gota que ha colmado el vaso.
El feminismo combativo llena Callao contra Rubiales y la mafia del fútbol. ¡El 1 de septiembre volvemos a las calles!
Más de 7.000 mujeres, y también muchos hombres a nuestro lado, llenamos la plaza de Callao para denunciar la agresión sexual de Rubiales y su comportamiento bochornoso atacando sin tapujos al movimiento feminista.
Manifestaciones 1 de septiembre · ¡Fuera Rubiales y la caverna machista! ¡Basta de violencia contra las mujeres!
La justificación de la violencia machista más despreciable que Luis Rubiales desgranó en su discurso ante la asamblea de la federación española de fútbol, ha superado todas las cotas de la infamia.
Comunicado de las jugadoras de la selección española de fútbol
Reproducimos a continuación el comunicado de las jugadoras de la selección española de fútbol ante la aresión de Rubiales a la campeona del mundo Jeni Hermoso.
Rubiales y la cúpula machista del fútbol humillan a las víctimas y atacan ferozmente al feminismo
¡Todas y todos a las manifestaciones el 1 de Septiembre! ¡Basta de violencia machista e impunidad!
El viernes 25 de agosto Luis Rubiales, acompañado por la mafia de machistas, misóginos, ladrones y fascistas que dirigen el fútbol español ha declarado la guerra a las mujeres y al movimiento feminista.
El despreciable machismo de Rubiales y su impunidad ¿Por qué el Gobierno de Sánchez no le ha destituido ya?
La violencia sexual y el más vomitivo machismo protagonizados por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, durante la final del mundial de fútbol femenino han dado la vuelta al mundo despertando la indignación de millones de personas. Pero el asombro y la perplejidad continúan ante el hecho de que el Gobierno del PSOE no lo haya destituido fulminantemente. ¿Cómo puede Pedro Sánchez consentir que este comportamiento quede impune y luego alardear de feminismo?