El empleo doméstico y del cuidado muestra uno de los rostros más extremos y violentos de la precariedad en el ámbito laboral y vital para las mujeres, quienes siguen sobre- representando en un 90% la ocupación en este sector.

El país que vio nacer al  movimiento “Ni una menos” y que inspiró a luchar a millones de mujeres en todo el mundo ha sido recientemente el escenario de un duro golpe que pretende desmoralizar a todas aquellas que han llenado las calles poniendo en jaque a la jerarquía de la Iglesia católica y a sus íntimos aliados

Libres y Combativas · Madrid

El pasado 9 de julio se celebró la asamblea mensual de la comisión 8M de Madrid, semanas después de la formación del nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez —presentado como el “gobierno más feminista de la historia”— y de las grandes movilizaciones contra una justicia patriarcal que puso en libertad a los violadores de La Manada.

Un 70% de las trabajadoras del hogar son mujeres migrantes y muchos empleadores se aprovechan de su situación irregular para explotarlas

“¡Se va a caer, se va caer! ¡Abajo el patriarcado!”

En las últimas semanas hemos vivido movilizaciones de masas con centenares de miles de mujeres, jóvenes y trabajadoras, llenando las calles de Chile y Argentina exigiendo a los gobiernos de Piñera y Macri respectivamente, derechos reales para las mujeres, el fin de la educación sexista y aborto libre y gratuito en los hospitales públicos. Estas luchas no son casos aislados, sino la continuación del movimiento “Ni una menos” surgido en Argentina en 2015, y una parte más de la ola feminista que está cuestionando no sólo el machismo sino las bases del patriarcado y el capitalismo.

Carmen Turrero

Las sucesivas reformas de las pensiones, Felipe González en 1984, José María Aznar en 2001, José L. Rodríguez Zapatero de 2011 y Mariano Rajoy en 2012,  han hecho que las trabajadoras y trabajadores nos jubilemos más tarde debido a la implantación del factor de sostenibilidad y que tengamos que cotizar más años