Desde hace semanas asistimos a una ofensiva de Vox y del PP en las calles, a la que ahora se ha sumado abiertamente y sin tapujos una parte del aparato del Estado. Dentro de esta campaña patriótica de la derecha se encuentra la investigación que la Guardia Civil –con Diego Pérez de los Cobos a la cabeza– inició sobre la manifestación del 8 de marzo en Madrid para culpabilizar al Gobierno de no haber tomado medidas pese a conocer la situación de emergencia por el coronavirus.

Teresa Prados · Lliures i Combatives Barcelona

El Coronavirus ha sido el accidente que ha desatado una crisis económica salvaje que ya se venía gestando y ha dejado al descubierto la incapacidad del capitalismo de satisfacer las más mínimas necesidades de la clase trabajadora y la juventud.

Teresa Prados · Lliures i Combatives / Esquerra Revolucionària Barcelona

La pandemia del coronavirus ha dejado en evidencia, en el Estado español y en todo el mundo, la catástrofe social provocada por la crisis de un sistema decadente. Un sistema que además de toda la miseria ya conocida para la clase trabajadora y la juventud, trae consigo una gran lacra para millones de mujeres, jóvenes y trabajadoras: la violencia machista. Una lacra que con las órdenes de confinamiento actuales ante la crisis sanitaria del coronavirus, se está viendo agravada con la complicidad de gobiernos, fuerzas del orden y jueces y juezas al servicio de este sistema patriarcal y machista que abandona a las víctimas.

¡Basta ya de justicia patriarcal! ¡No es abuso, es violación!

Este miércoles el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha emitido una sentencia salvaje sobre el caso de la violación múltiple de Arandina. La sentencia inicial de la Audiencia Provincial de Burgos había dictado 38 años de prisión para cada uno de los violadores y ahora el Tribunal Superior de Justicia absuelve a uno de ellos y rebaja las penas de los otros dos a 4 y 3 años de prisión, respectivamente.

Laura Luengo – Emakume aske eta borrokalariak- Bilbo

La violación grupal contra la víctima de la Manada de Palma en Nochebuena, una niña de 13 años tutelada por el Consejo Insular de Mallorca que además vivía en un centro concertado para menores, vuelve a destapar la cruda realidad de la explotación sexual entre menores tuteladas por el Estado.

La semana pasada, los medios de comunicación dedicaron diferentes artículos a la campaña que el grupo ultraderechista, homófobo y machista de Hazte Oír ha realizado en algunos centros de estudios a favor del Pin Parental.